miércoles, 27 de junio de 2012

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viernes, 15 de junio de 2012

Manrique: "No pienso tocar la mano que ha matado a 24 personas"


El superviviente al atentado de Hipercor mantiene una entrevista con el etarra Rafael Caride Simón a quien tiene previsto preguntar 'qué pinta un gallego en ETA'

Vitoria. (EFE).- Roberto Manrique, que sobrevivió alatentado de ETA de Hipercor de 1987 en Barcelona, ha asegurado hoy antes de entrevistarse con el etarra Rafael Caride Simón en la cárcel de Álava, que no piensa "tocar la mano que ha matado a 24 personas".

Manrique ha llegado a las 10:30 horas al centro penitenciario de Álava, un cuarto de hora después de lo previsto, y en el exterior de la cárcel ha indicado a los periodistas que está "muy tranquilo" porque tiene "el cien por cien" de los argumentos.

La primera pregunta que hará al etarra condenado por el atentado de Hipercor, que se saldó con 21 fallecidos y 45 heridos, es la misma que se planteó cuando se enteró de que el etarra era gallego: "¿Qué pinta un gallego en ETA?", algo que para él "no tiene sentido" y que mentalmente no le cuadra.

Ha explicado, que si la respuesta del etarra es "coherente", le hará más preguntas, aunque ha reconocido que no tiene ningún guión preparado. También ha comentado que le va a "mirar a los ojos", pero que no mantendrá contacto físico ni estrechará su mano, porque ha habido víctimas que lo han hecho con otros terroristas y les ha parecido un "acto repugnante".

"No pienso tocar la mano que ha matado a 24 personas", ha subrayado en referencia a los 21 muertos del atentado de Hipercor y otras tres víctimas mortales de atentados anteriores por las que fue condenado.

Ha indicado que si el preso le pide perdón pensará si se lo concede o no, pero en cualquier caso no le dará una respuesta hoy, sino que lo consultará y hablará con su esposa e hijos antes de tomar una decisión.

Manrique ha llevado a la entrevista la carta que le envió Rafael Caride en la que reconocía el "daño y el sufrimiento" causado, y otra misiva que firmó en 2010 con otros siete etarras que se desvincularon del colectivo de presos de ETA.

El que fuera presidente de la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas (ACVOT) ha explicado que acude a esta reunión con el ánimo de fomentar la división interna que existe entre los miembros de ETA y con el objetivo de que los etarras que siguen en la línea oficial y no se han desvinculado de ETA se den cuenta "de que hay otras formas de hacer las cosas, cumpliendo la legislación".

Sobre las críticas de otras víctimas a este tipo de encuentros, ha dicho que las respeta pero que no las entiende, porque a él no le han preguntado los motivos por los que acude a la cita. "Poca gente me tiene que dar lecciones de cómo tengo que hacer las cosas", ha sentenciado.

Manrique, víctima del atentado de Hipercor: "Si Caride me pide perdón, me lo plantearé"


Manrique se reúne este viernes con el exjefe del comando Barcelona
Este martes se cumplen 25 años del atentado que dejó 21 muertos
"Yo duermo muy tranquilo sin hablar con Caride", asegura esta víctima


A Roberto Manrique no le tocaba trabajar aquella tarde del 19 de junio de 1987 cuando ETA asesinó a 21 personas y dejó heridas a 45, entre ellas a él, con un coche-bomba colocado en el aparcamiento delHipercor de la avenida Meridiana de Barcelona. Le había cambiado el turno a un compañero de la carnicería. Este viernes, 25 años después, se verá con uno de los autores del atentado que cumple condena: Rafael Caride Simón.



La explosión le quemó parte de su cuerpo y le dañó el hígado. Al principio ni siquiera pensó en que era un atentado terrorista. Creyó que había estallado la cámara frigorífica. No fue consciente hasta que entrando en el quirófano, días después, oyó decir a uno de los sanitarios: "Qué hijos de puta, mira que poner una bomba en Hipercor".

Este viernes Roberto Manrique, se reunirá en la cárcel de Zaballa, en Vitoria, con el entonces jefe del comando Barcelona, Rafael Caride Simón, "con un montón de preguntas" para hacerle, de él y otras personas que han sufrido en sus carnes la sinrazón terrorista.

Manrique y otra víctima, de la que no ha transcendido la identidad, son las dos primeras que se acogen al programa de encuentros con terroristas arrepentidos que ha impulsado el Ministerio del Interior. No serán, sin embargo, las primeras entrevistas de este tipo. El Gobierno vasco ha impulsado ya varios encuentros. El mismo Caride Simón se reunió con otra víctima de Hipercor el pasado mes de noviembre.

Roberto, que durante muchos años ha sido la cara visible de las víctimas catalanas, primero al frente de la AVT y luego con la puesta en marcha de la Asociación de Víctimas Catalanas de Organizaciones Terroristas (AVCOT), insiste en que no ha sido él el que ha pedido el encuentro. "Yo duermo muy tranquilo sin hablar con Caride", confiesa a RTVE.es.

Fue el propio Caride, al que la Audiencia Nacional condenó a 790 años por el atentado de Hipercor, el que mandó una carta a Roberto para entrevistarse con él. En la misiva, escrita antes de que ETA anunciara el fin de la lucha armada el pasado mes de octubre,reconocía "el daño y el sufrimiento que causaron" en personas como él "lasacciones llevadas a cabo" durante su "militancia en ETA".

"No soy insensible al dolor y sufrimiento que las mismas generaron; de ahí mi compromiso sincero en tratar de ayudar a cerrar las heridas y en que nadie más sufra lo que ustedes han sufrido", según la transcripción de la carta recogida por Efe.
Roberto Manrique: "No voy a darle la mano"

Roberto Manrique, que está en Vitoria desde este jueves, asegura que está "tranquilo" antes de su encuentro con Caride Simón. No sabe lo que durará, solo que empezará a las 10.15 de la mañana. Está dispuesto a levantarse e irse si las respuestas que le ofrece no son coherentes.

Tiene claro que no le dará la mano. "Quiero decir muy clarito que no voy a darle la mano. No tendré ninguna clase de contacto físico por respeto a la gente que ha matado con esas manos", afirma con rotundidad.

La primera pregunta que le hará a Caride Simón es la siguiente: "¿Qué pinta un gallego (Caride nació en Galicia) matando en Cataluña a catalanes, extremeños, andaluces... obedeciendo órdenes de un vasco que vive en Francia?". Si la respuesta no le satisface, Manrique está dispuesto a levantarse e irse.

¿Y si le pide perdón? ¿Qué hará Roberto Manrique si Caride Simón le pide perdón por el atentado de Hipercor? "Si me pide perdón estoy dispuesto a planteármelo. En ese momento no le voy a decir ni sí ni no. Puedo pensármelo como él se lo ha pensado", explica a RTVE.es.

En cualquier caso esta víctima no decidirá la respuesta él solo. Lo decidirá junto a su mujer y sus dos hijos, que en el momento del atentado de Hipercor tenían tres años y diez meses. Hasta ahora, asegura, nunca se lo han planteado porque nunca se lo han pedido.

Robert Manrique lamenta las críticas de "recién llegados al mundo de las víctimas"


Robert Manrique lamenta las críticas de "recién llegados al mundo de las víctimas"

VITORIA, 15 Jun. (EUROPA PRESS) -

Robert Manrique, uno de los heridos en el atentado contra el Hipercor de Barcelona perpetrado por ETA en 1987, ha explicado a su entrada a la prisión alavesa de Zaballa que el objetivo de la reunión que celebrará este viernes con el preso de ETA arrepentido Rafael Caride es "fomentar la división" en el colectivo de reclusos de la banda y que nuevos presos "se pasen al lado" de los disidentes.

El encuentro que celebran este viernes Manrique y Caride, uno de los miembros de ETA condenados por el atentado de Hipercor, en el que 21 personas fueron asesinadas, supone el inicio de la ronda de reuniones entre damnificados y miembros de ETA arrepentidos, como los disidentes expulsados por la banda que se encuentran en esta prisión alavesa, programado por el Gobierno central.

En declaraciones a los periodistas a su entrada a la prisión de Zaballa, Manrique ha afirmado sentirse "muy tranquilo".

"El terrorista podrá dar su opinión, decir lo que crea, pero evidentemente no voy a entrar a discutir con él; tengo muy claro que la razón la tenemos las víctimas, en este caso yo", ha subrayado.

Según ha explicado, una de las preguntas que tiene pensado formular a Caride es "cómo una persona, siendo gallega, va a Catalunya a matar a gente de toda España en un supermercado porque un vasco que vive en Francia le dice que tiene que hacerlo", ya que todo ello, ha afirmado, es algo que "no cuadra" ni tiene sentido.
PERDÓN

En el caso de que el que fue uno de los autores del atentado en el que resultó herido le ofrezca una respuesta "coherente", Manrique espera que le vayan surgiendo nuevas preguntas.

Aunque ha asegurado que sí mirará "a los ojos" al preso de ETA, ha destacado que no tendrá contacto físico alguno con él ni le estrechará la mano.

"Esas manos son responsables de mucho dolor", ha explicado, para añadir luego que un gesto de este tipo podría doler a muchas víctimas.

Tras recordar que Caride aún no le ha pedido perdón, ha indicado que, en el caso de que lo haga, se pensará la respuesta, que no la daría este viernes, sino que, tal y como ha explicado, sería una decisión que adoptaría junto a su familia.

Manrique ha recordado que en una carta que le remitió Caride, éste sí "reconoce el dolor causado" y se compromete a trabajar para que esto no vuelva a ocurrir.

Uno de los aspectos de aquella misiva que más interesó a Manrique fue el referido a la explicación, por parte del preso, de que el tema de las víctimas era "un tabú" para la banda, ya que no se podía ni hablar de ellas.

"Quiero que me explique esto; hasta qué punto puedes ver a alguien como a un simple trozo de carne, sin pensar que tiene algo más detrás", ha añadido.

Por otra parte, Manrique ha explicado que, además de la citada carta, lleva consigo a la reunión un texto redactado por el propio Caride y otros siete reclusos de la banda en la que éstos "se comprometen a denunciar el montaje" que existe tras el colectivo oficial que engloba a los presos de ETA --el EPPK-- y de la propia cúpula de la organización terrorista.

Según ha explicado, este posicionamiento supone "una división" en el seno de los presos de la banda. De esa forma, ha afirmado que con el encuentro que celebrará con Caride, pretende fomentar esa "división interna que existe entre los miembros de ETA".

Manrique ha manifestado que espera que "aquellos que se den cuenta de que hay otra forma de hacer las cosas, cumpliendo la legislación, que lo hagan y que se pasen al lado de Caride" y de los otros reclusos que se han desmarcado de ETA.

"Al fin y al cabo, qué menos que reconocer el daño causado", ha añadido.
CRÍTICAS

Respecto a las críticas que este tipo de reuniones han recibido por parte de algunos colectivos de víctimas, ha asegurado que censurar sin saber estos contactos "no tiene sentido".

A su juicio, antes de pronunciarse sobre este tema "hay que escuchar" los argumentos de las personas que, como él, han decidido asistir a las reuniones con presos arrepentidos.

"Tengo claro que hay muchas personas recién llegadas al mundo de las víctimas, y yo llevo en esto 24 años, así que poca gente me tiene que dar lecciones de cómo tengo que hacer las cosas", ha subrayado.
CONDENA

El preso de ETA Rafael Caride fue condenado como autor material por la Audiencia Nacional a 790 años y medio de cárcel, junto al exdirigente de ETA Santiago Arróspide Sarasola, 'Santi Potros', del atentado de Hipercor en Barcelona, perpetrado el 19 de junio de 1987 y en el que murieron 21 personas y otras 44 resultaron heridas.

Este tipo de contactos fueron puestos en marcha por el Gobierno vasco, aunque tras el final de las reuniones que había previsto el gabinete de Patxi López, la Administración central ha elaborado su propio programa de reuniones.
CARTA DE CARIDE

Manrique recibió hace un año una carta del etarra Caride en la que "reconocía el daño causado" a sus víctimas y se comprometía a trabajar por la paz, aunque desde entonces no hubo ningún otro contacto.

La carta contiene fragmentos como el siguiente: "Reconozco el daño y sufrimiento que causaron en personas como usted las acciones llevadas a cabo durante nuestra militancia en ETA. No soy insensible al dolor que las mismas generaron; de ahí mi compromiso sincero en tratar de ayudar a cerrar esas heridas y en que nadie más sufra lo que ustedes han sufrido".

"Considero que quienes hemos tomado parte en este conflicto tenemos el deber moral y político de implicarnos en la resolución final del mismo", exponía también Caride en su misiva.